miércoles, 6 de julio de 2022

La historia de una inyección intramuscular en la nalga que afectó al nervio ciático. Un ejemplo de yatrogenia.

Acabo de ver (por otro motivo) a una paciente que ahora tiene 60 años que me ha contado esta historia, de la que podemos sacar enseñanzas, sobre todo tener precaución cada vez que pongamos una inyección intramuscular a un niño (algo por suerte cada vez menos frecuente, gracias a que ahora solemos administrar los antibióticos por vía oral o endovenosa).

Cuando tenía dos años le llevaron a una Farmacia para pincharle un antibiótico. Todavía recuerda la escena, semi tumbada sobre las rodillas de su madre, el dolor del pinchazo, los lloros... y al levantarse tras recibir al inyección la pierna derecha no soportaba su peso y no la sentía. Pasó cinco meses cojeando, y le quedó un defecto en el tobillo y en el pie, que le condicionó toda su vida: sin poder hacer deportes, disimulando la cojera, sin poder calzarse zapatos elegantes...

Quizá esa patología crónica le condicionó que eligiera una profesión sociosanitaria, para ayudar a los demás. Me contó que cuando regresaba a casa del trabajo su hijo veía como lloraba por el dolor que tenía en el tobillo por haber estado todo el día de pie.

Cuando tenía 20 años le hicieron una operación del pie que no fue muy bien. Y hace dos años le han operad de nuevo, realizando una artrodesis de tobillo que le ha mejorado mucho, y tras unos meses de recuperación ahora está feliz, caminando sin dolor.

Poner una inyección en el nervio ciático suele producir una lesión irreversible del nervio que produce una parálisis con falta de sensibilidad. La atrofia muscular suele producir deformidades estéticas y funcionales (parecidas a las de la Poliomielitis) y a veces acortamiento de la extremidad (no ocurrió en este caso). 

Los niños tienen mucho más riesgo de sufrir esta complicación iatrogénica o yatrogénica. Iatros significa médico en griego, por lo que patología iatrogénica es cualquier enfermedad que es causada por un médico (o por extensión enfermera), por supuesto que sin intencionalidad.



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