lunes, 25 de mayo de 2020

Accidentes causados por los bolardos, trampas para ciclistas y para peatones.


   Hay quien defiende los bolardos, otros dicen que hay que eliminarlos todos. Cada uno tiene su punto de vista diferente... Pero lo que sí es seguro es que los bolardos son peligrosos para la salud de las personas, y que ocasionan muchos accidentes y lesiones. Pongo dos ejemplos de pacientes que he tratado.

   La primera foto es de un ciclista que rozó con la rueda un bolardo del carril bici. La caída le produjo un esguince en el hombro y erosiones diversas. La foto está tomada una semana después de la caída.

   El segundo caso es un octogenario que al salir a la calle tras el confinamiento por la pandemia de Covid-19 tropezó con un bolardo en una calle de Vigo y cayó al suelo. Se hizo heridas en la mano y antebrazo (que fueron suturadas en Urgencias), con un gran hematoma difuso y edema (ver la mano en la foto), y heridas en rodilla y pierna.

   Un BOLARDO se define como un poste bajo situado en el suelo para impedir o dificultar el paso o el aparcamiento de vehículos. Están por tanto relacionados con el tráfico, pero no figuran en los textos legales de tráfico: no son por tanto imprescindibles.
Hemos vivido muchos años sin bolardos, y todavía no he encontrado ningún estudio que demuestre que sirven para algo.
   Sin embargo, muchos alcaldes españoles se han aficionado a llenar las aceras de bolardos, que a veces sustituyen a los árboles... Y como obstáculos físicos que son, los bolardos suponen un peligro para los viandantes, especialmente para los discapacitados.


   Los bolardos bajos de los carriles bicis han sido denunciados por encubrir malversación de fondos públicos. Basta una raya continua (mejor con fisuras transversales) para impedir que un coche cambie de carril, y si cualquier vehículo a motor quiere girar e invadir otra zona puede pasar por encima de esos bolardos.


    Para los ciclistas esos bolardos de los carriles bici son una amenaza constante, equiparables a los guardarrailes para los motoristas (que se prohibieron en 2018). Los ciclistas y sus asociaciones se quejan de su existencia, y piden que se retiren esos bolardos, que consideran un peligro: Ver.
    Es raro el ciclista habitual que no conoce a alguien que haya sufrido una caída al pisar con la rueda un bolardo, o que no se ha caído él mismo. Y son motivo de preocupación continua. En mi opinión dan muchos más problemas de los que presuntamente evitan.
   En cualquier caso no podemos dar el tema por resuelto, y hay que buscar solución a un problema real: el de los accidentes causados por los bolardos.


PARA LEER MÁS:
El presidente de una asociación motera explica las amenazas que suponen los bolardos y por qué deben suprimirse. VER.
Granada ciudad libre de bolardos. VER.

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