martes, 30 de julio de 2019

¿Qué es una fractura en "TORUS"?

    Son fracturas de muñeca que afectan al radio (hueso principal del antebrazo en la muñeca) y que se producen en niños y pre-adolescentes cuyo esqueleto aún no ha madurado. El hueso se comprime al caer o al recibir un impacto (por ejemplo de un balón). También se conoce como "fractura en rodete". La capa más superficial del hueso en un lado es comprimida, causando que el otro lado se doble hacia afuera del cartílago de crecimiento.

Flechas rojas señalando la fractura en torus del radio.
En este caso también hay fractura del cúbito (flecha verde)

   Estas fracturas no precisan reducción ("recolocar" los fragmentos del hueso fracturado en su sitio, dando un tirón y flexionando la zona de la fractura, como se hace en otras fracturas de muñeca), debido a que no se produce desplazamiento del hueso en la zona de rotura, y el poco que se produce se corrige (se "remodela") con el crecimiento. Se tratan simplemente con una inmovilización para la fase aguda (una o dos o tres semanas, según las características de la fractura y del paciente) y después una muñequera y control hasta la consolidación completa.

Torus curado, mes y medio tras la fractura.
Se aprecia el aumento de densidad blanco por
la calcificación aumentada en el foco de fractura.

   PD. Como curiosidad, la palabra "torus" procede del griego "táuros" y del latín "torus", palabra con muchos significados: prominencia, saliente, elevación, protuberancia, cuerno... De ese mismo origen procede la palabra "toro" con que se designa a los mamíferos llamados toros (por sus cuernos).

martes, 23 de julio de 2019

Fractura de estrés o por sobrecarga mecánica en la tibia de un futbolista adolescente. Caso clínico.

   Las fracturas de estrés o por sobrecarga mecánica son cada vez más frecuentes en deportistas jóvenes, sobre todo por el excesivo entrenamiento al que les someten en sus equipos: su esqueleto aún no está maduro, y algunos entrenadores no lo tienen en cuenta.
   Se producen cuando se repiten entrenamientos o actividades deportivas que provocan una microfractura por cargas o tensiones repetitivas que inciden en una zona concreta de un hueso, y sin el periodo necesario de reposo (en el que el hueso se recupera y se cura y refuerza con más calcio esa microfractura), se repiten de nuevo esos entrenamientos o actividades y aumentan la microfractura, y si se mantiene ese mismo proceso varios días o semanas acaba convirtiéndose en una fisura, y después en una fractura, que incluso puede afectar a todo el hueso y se puede desplazar.
   No se producen por un traumatismo agudo, sino por esfuerzos repetitivos en las semanas previas.
Lo malo es que muchos pacientes dicen que se han caído o les han dado un golpe, sin mencionar que ya les dolía, por temor a que el seguro de accidentes deportivos no les cubra. Eso puede dar lugar a complicaciones, porque si no consta en la historia la práctica deportiva intensa previa y se encuentra en la radiografía la imagen típica de una fractura de estrés, el traumatólogo puede sospechar que se trate de un tumor, y puede indicar estudios innecesarios e incluso una biopsia y otros tratamientos...
   Una vez diagnosticada la fractura de estrés el tratamiento es reposo hasta la curación, y después prevención de nuevas fractura de estrés, modificando las pautas de entrenamiento, combinándolo con natación, usando plantillas amortiguadoras, etc, según cada caso. Y sobre todo estando atentos a la aparición de dolor por si se está produciendo una nueva lesión por sobrecarga.

CASO CLÍNICO (junio - julio 2019):
Futbolista de 14 años. Acude a Urgencias por dolor aparecido jugando al fútbol. Radiografias valoradas como normales. Dolor difuso en rodilla y pierna proximal, y dolor puntual en zona de inserción del sóleo. Se sospecha desgarro muscular en inserción proximal del sóleo en tibia derecha.


En las Radiografías, retrospectivamente, se puede ver (o intuir) una zona de mayor densidad donde tenía el dolor, y donde después se visualizó bien la lesión (ver más abajo).


Arriba: imagen de ecografía con la sobreelevación y el aumento de circulación.
La Ecografía informa (Dr. Ángel Rodríguez): en el tercio proximal de la tibia, vertiente posteromedial, se aprecia una imagen de sobreelevación irregular de la cortical, con halo fino y aumento de señal colorimétrica, que coincide con el punto doloroso referido por el paciente.
Los músculos son normales, descartando la lesión en el sóleo que se sospechó.


Arriba imagen tridimensional del TAC:  Se aprecia engrosamiento irregular del periostio con pequeña imagen hipodensa de morfología lineal y disposición tranversal.

Abajo: se muestran tres cortes de TAC de planos coronales o frontales donde se aprecia la fractura de estrés. Se confirmó en la historia clínica que el paciente entrenaba muchas horas a la semana. Si no fuera deportista se podría haber sospechado un tumor, incluso maligno.




Abajo: control radiográfico mes y medio tras la primera asistencia. Se aprecia el callo perióstico donde estaba la fractura de estrés (flecha roja). El paciente ya está asintomático.

miércoles, 3 de julio de 2019

Términos confusos en Medicina: ¿qué es un "pinzamiento"?

Muchos llaman pinzamiento a los
dolores lumbares. Y eso no es correcto.
   La palabra "pinzamiento" se usa bastante en medicina. Pero la mayoría de los pacientes la usan mal.
   Es un término poco concreto, equívoco y polisémico (que tiene más de un significado). Y como nadie sabe lo que significa, cada persona lo usa con el sentido que buenamente entiende...
   Se podría definir pinzamiento como una compresión de un órgano (o parte de él) entre dos superficies óseas. Y generalmente se entiende que lo comprimido entre dos huesos (o estructuras duras) es un nervio.
   También es un signo radiológico que indica que el espacio articular entre dos huesos está más estrecho o cerrado de lo normal (y por eso se dice que está pinzado el espacio articular, signo habitual de la artrosis, como se ve en esta imagen de una radiografía de caderas).
   Muchos pacientes utilizan esa palabra para designar un dolor localizado en una zona concreta, como si fuera un pinchazo, generalmente en la espalda, sobre todo en la región lumbar, y también en región cervical o en el tórax, o en alguna región muscular de las extremidades...
El pinzamiento es un signo radiológico
de la artrosis (en este caso de la cadera).
   Mi teoría es que esa expresión ("tengo un pinzamiento") se ha generalizado por asimilación del término médico original: pues si un paciente consultaba por dolor, y el médico veía en una radiografía que el espacio entre dos huesos estaba cerrado, le decía al paciente que tenía un pinzamiento: y después, ese paciente se lo contaba a sus amigos y familiares: "he ido al médico con dolor y me ha dicho que tengo un pinzamiento"... Y cuando nuevos pacientes iban al médico a consultar porque tenían dolor, por asociación ya decían que tenían un pinzamiento...
   Cuando un paciente consulta al médico por un dolor, es mucho mejor para él (y para el médico) que se esfuerce en tratar de explicar las características de ese dolor: dónde y cuando empieza, por donde se distribuye, cómo se produce y cómo se alivia, qué características tiene (si es como si le clavaran algo, o un calambre, o una molestia dolorosa mantenida...). Decir que se tiene un pinzamiento puede significar muchas cosas, quizá la sensación de que algo está pellizcando una zona del cuerpo y produciendo dolor... Pero es impropio manifestar un pinzamiento como si fuera un síntoma... (aunque como dice el chiste, aceptamos cocodrilo como animal de compañía).
   Si usted quiere ser un buen paciente y tiene dolor, no diga nunca que siente o que tiene un pinzamiento, porque un pinzamiento es un signo (algo objetivo que el médico ve en las radigrafías, o resonancias, o en ecografías, o al operar...) y no un síntoma (algo que el paciente siente).