martes, 25 de agosto de 2020

Sinostosis radiocubital congénita en trabajador.

Caso clínico: Paciente de 40 años, trabajador en la construcción naval (calderero y soldador, manejando piezas de metal) que acude hoy a urgencias con una herida en el codo. Lo peculiar del caso es que tiene totalmente bloqueada la movilidad de rotación del antebrazo derecho, desde su infancia, y sin embargo trabaja sin ningún problema, quizá con una mínima limitación funcional.


Hacemos radiografías (ver arriba) y se confirma la sospecha de sinostosis radiocubital congénita. Es una anomalía del crecimiento, probablemente genética, en la que durante el desarrollo temprano no se separan bien los dos huesos del antebrazo (cúbito y radio) y quedan unidos en la zona proximal (cerca del codo) por un "puente" de hueso que impide el movimiento de rotación fisiológico entre ambos huesos, necesario para poder hacer las rotaciones del antebrazo (movimientos de atornillar o de abrir con unas llaves una puerta), la supinación (rotación externa o hacia fuera) y la pronación (rotación interna, hacia dentro).


Hay trabajadores que se quejan de limitaciones funcionales mucho menores, y dicen que no pueden trabajar... Este paciente nos da a todos una lección de cómo adaptarse a limitaciones anatómicas.

Este caso me ha recordado que hace unos 25 años, cuando yo era más joven que ahora, operé a un chico de 10 años que tenía bloqueada la rotación del antebrazo. El padre me aseguraba que su hijo (adoptado y proveniente de un país Africano) movía el brazo perfectamente hasta que se dio un golpe unos días antes. La Radiografía mostraba el puente óseo. Yo entonces no conocía la enfermedad de la que estamos hablando, que es muy rara, e inicialmente pensé que se trataba de una osificación postraumática. Estudié el caso, modifiqué el diagnóstico, y realicé la cirugía, resecando el puente óseo e interponiendo un trozo de grasa obtenido de la nalga del paciente, para evitar que se volviera a formar el puente, tal como preconizaban los traumatólogos que habían estudiado y tratado  y publicado más casos de sinostosis. El resultado no fue excelente, y la herida de la nalga se complicó: pero el paciente recuperó algo de rotación. El padre de la criatura no quiso aceptar la etiología o causa de la enfermedad de su hijo, y no quedó muy contento con el resultado, porque esperaba que pudiera recuperar todo el movimiento y quedara completamente normal, algo prácticamente imposible en estos casos.
En pacientes mayores se puede hacer una resección segmentaria del radio proximal para facilitar algo de rotación. Pero a la vista del caso presentado, el tratamiento conservador (no operar) puede ser considerado una muy buena indicación: se evita pasar por el quirófano, con todos los riesgos que conlleva, y se garantiza un resultado funcional excelente, como el del paciente que hemos atendido hoy.

Para saber más:
https://pap.es/articulo/12617/por-que-este-nino-coge-mal-los-cubiertos-un-caso-de-sinostosis-radiocubital

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